Ahora vamos a hacer una pequeña introducción al tema de lo central de la fe, el centro del cristianismo. El video habla de la historia de la humanidad y de la historia de cada uno de nosotros. La historia de la salvación es tanto de toda la humanidad como de cada uno.
Primero, Dios hizo al mundo perfecto, nos creó perfectos. Esto se ve en: Flor linda, chica que se tira bien, mac enchufada, platos que gira el malabarista, vaso limpio, novios por casarse.
Pero después nos separamos de él. Esto vendría a ser el pecado original. El pecado original, el diluvio… los primeros 10 capítulos del génesis, son una cosmogonía, es decir, una metáfora. En el pecado original, Dios le dijo a Adán y Eva (que estaban en el Paraíso!) que no coma de cierto árbol. El diablo los convence para que lo hagan, y comen; a partir de este primer pecado, toda la humanidad le tomó “el gustito” al pecado. Cuando hablemos del bautismo vamos a entrar en más detalles, pero lo central es que todos nacemos con este gustito al pecado. A partir de la primera infidelidad de Adán y Eva, toda la humanidad se separó.
El pecado es separarse de Dios, es salirnos del camino que él nos propone. Hay una parte del evangelio en que Jesús habla de las obras de misericordia: cada vez que le dan de dan de comer/de beber/visten a alguien que lo necesite… me lo hacen a mi. Y después nos cuenta de las “omisiones” cada vez que NO le dan de comer/de beber/visten al que lo necesita, lo hacen conmigo. Es decir, cuando pecamos, al que herimos es a Dios. Si le encajo una piña, si le digo un insulto, si hiero al otro de alguna forma, en definitiva se lo hago a Dios! Lo agredo a él, me separo de él.
Pero separarnos de Dios es renegar de su amor. Dios siempre me va a amar, pero si yo no quiero su amor, me va a ir mal. El tema del pecado no se trata solamente de “me voy al cielo o me voy al infierno”. El pecado me trae consecuencias hoy. Esto se ve en: la flor que sacan de la tierra se marchita, a la computadora desconectada se le acaba la batería, el plato cuando se cae se rompe (sin el malabarista, Dios). La chica que duda, cae mal y se ahoga.
Lejos de Dios, la vida es una caída libre -como el plato y la chica-, tachar días. Sin Dios, la única manera de salir de esa caída es distraerse con pavadas. Me acuerdo volviendo de Bariloche, un amigo mío que le encantaba la fiesta decía “ahora qué hago con mi vida? Che, siento un vacío en serio…”. O por ejemplo un primo de mi viejo, estabamos hablando del futuro y el estaba un poquito borracho, me dice “Todas las minas, toda la plata… eso son lucecitas de colores. Esto, es el infierno.” Se dio cuenta! Les cayó la ficha! Su vida está vacía.
Pero el hombre tiene una “nostalgia”. En lo profundo de nuestro alma, nos acordamos de dónde venimos, lo extrañamos, lo anhelamos. Incluso el más alejado de Dios. Por eso googlean “amor” “felicidad”. Saben lo que quieren. Mis amigos ven fotos de cuando me voy a misionar y les entra envidia, porque saben lo que quieren.
[retomando]
La historia de la salvación -la de todos y la de cada uno- es una historia de redención. Jesús siempre está en esa historia. Jesús se hizo hombre como todos, y al morir en la cruz llevaba todos los pecados de la humanidad. Al sacrificarse en la cruz el sintió en su cuerpo todos los pecados de la humanidad (cada vez que peco estoy agregando un gramito más a la cruz…). Al morir, se los llevó. Como cuando un policía encierra a un ladrón en la carcel: entran a la carcel los 2, el criminal queda encerrado y el policía sale. El pecado es la muerte, el pecado es pequeñas muertecitas, una vida en pecado es una agonía larga. Pero Jesús, al resucitar, vence a la muerte; es decir, vence al pecado. Esto se ve en: el vaso rebalsa de negro, después se rompe y se desrompe. Lo mismo con el plato. El plato-Jesús tiene una muerte más dolorosa, una rotura más fuerte, y después re-emerge resucitado.
Toda la humanidad, osea todos los platos, que estaban cayendo, también resucitan al resucitar Jesús. Vuelven al malabarista, vuelven a Dios. Así, reconciliados con Dios, podemos tener Vida tal como él nos propone, vida para ahora y vida para después.
Fijensé que al principio del video, el novio le pone el anillo a la mujer, pero al final no. La decisión es nuestra. Dios nos da siempre la libertad de optar o no por él. Tal como dice el final del video “hice todo esto para tener una relación contigo”.